Reconocemos las dificultades de estos cambios, y el enorme atrevimiento de proponerlos, y por ello no podemos pasar por alto la enorme importancia de sentar las bases para un acuerdo real de entendimiento entre provincias y nación, que haga realidad la idea de un federalismo. Proponemos una reforma tributaria que elimine distorsiones y nos permita avanzar hacia un sistema más equitativo, que contribuya a la creación de empleo de calidad, fomente la inversión y el desarrollo económico. La implementación de la reforma será gradual para asegurar la sustentabilidad fiscal y proveer un marco de previsibilidad a la sociedad.
El proyecto de reforma tributaria se enmarca en un proceso de reconfiguración de relaciones federales entre provincias y nación, constituyendo uno de los pilares centrales para atender a varias preocupaciones heredadas del gobierno anterior: las distorsiones locales, el déficit fiscal y una altísima presión tributaria sobre particulares que desincentiva la inversión y el desarrollo económico en nuestro país.
La reforma tributaria ataca la regresividad de impuestos locales, la carga tributaria sobre la ciudadanía, la evasión impositiva y el proyecto persigue fundamentalmente 3 objetivos:
– Promover inversión y competitividad, lo que fomentará la creación de empleo formal de calidad, mejorando las perspectivas de crecimiento económico y distribución equitativa del ingreso a mediano y largo plazo.
– Eliminar distorsiones locales (en impuestos como ingresos brutos que es el mas complejo y que genera las llamadas “aduanas interiores” y obstaculización al comercio interjurisdiccional”, comenzar el camino hacia la reducción y eliminación de impuestos distorsivos nacionales, como el impuesto al cheque.
– Reconfiguración de la distribución federal y plantear las bases de una nueva ley de coparticipación. para esto ultimo plantea la modificación de tributos nacionales y para los de competencia local se suscribió el pacto federal fiscal. es necesario sentar las bases para que pueda darse cumplimiento al mandato constitucional de dictar una ley de coparticipación federal de impuestos.
Los principales impuestos sobre los que se plantean modificaciones son: Aportes y contribuciones de la seguridad social, Impuesto a las ganancias corporativas y personales, IVA, Impuesto sobre los créditos y débitos bancarios y otros especiales. En este contexto, y pese a las complejidades técnicas del proyecto merecen resaltarse bondades muy concretas, dadas principalmente por la capacidad de dialogo que ha generado el gobierno nacional logrando atender una problemática de mucha importancia a nivel local: la existencia de gravámenes distorsivos afectando con ello el flujo económico interjurisdiccional y la libre circulación de bienes.
Problemas como las alícuotas diferenciales de ingresos brutos, que la misma Corte Suprema de Justicia ha señalado en reiteradas oportunidades como nocivas para el interés del Estado Nacional en cuanto generaban discriminaciones interjurisdiccionales y que en la práctica funcionaban como aduanas interiores que desviaban la libre comercialización y el consumo de los productos entre las provincias y que escondían sistemas proteccionistas egoístas por parte de las provincias.
En tal sentido, la reforma tributaria que hoy tratamos es el punta pie inicial para el pronto tratamiento de otros proyectos que terminaran de consolidar los compromisos asumidos por el gobierno nacional y las provincias en noviembre de este año con la firma del pacto fiscal (como el proyecto de Compromisos Tributarios del Consenso Fiscal, la prórroga del Impuesto sobre los Créditos y Débitos, el Revalúo Impositivo y Contable el Régimen Federal de Responsabilidad Fiscal y Buenas Prácticas de Gobierno, entre otros), y que permiten sentar las bases necesarias logre saldar una deuda de 23 años.
Argentina viene mostrando signos de recuperación económica, con incrementos en las tasas de crecimiento económico, pero asentados sobre bases muy endebles, caracterizadas estas por los déficit fiscal y de cuenta corriente y el alto endeudamiento externo. El atraso cambiario y las altas tasas de interés conspiran contra la competitividad de la economía argentina, lo que disminuye exportaciones y genera mayor déficit de cuenta corriente, que debe ser financiado con deuda externa, un modelo que, por el momento y bajo un determinado contexto (tasas de interés mundiales bajas) resulta manejable, pero que, de continuarse en esa senda, sin atacar los problemas de fondo, y expuestos a decisiones no manejables (por ej. Un aumento de tasas decidido por la FED de Estados Unidos), convergen necesariamente en un escenario de crisis.
En este contexto, ¿Cuáles son los temas cruciales a resolver?. Principalmente disminuir la presión tributaria y diseñar un sistema fiscal más ágil y equitativo; bajar los costos salariales no laborables; disminuir los costos logísticos y de transporte; disminuir el nivel de burocracia imperante; comprometer a los principales sectores, el estado en sus tres niveles, los empresarios y los sindicalistas, en un plan general de competitividad.
Evidentemente, eso requerirá que los actores sean capaces de pensar a largo plazo y tener claro que todos los sectores deberán realizar concesiones, pues de lo contrario será muy difícil realizar cambios o directamente nos conduciremos al fracaso.
El plan de reforma tributaria esbozado por el gobierno sigue una misma línea de acción de su política económica: es gradualista, con cambios cuyos efectos totales podrán verse recién en un lustro. Es importante destacar que esta reforma apunta al mediano y largo plazo, por lo que exige un esfuerzo de pensar el país más allá del corto plazo.
DESTACAR:
Inversión y generación de empleo
Cambios en el IVA
Reducción de impuestos gravan productos electrónicos, que hace tiempo dejaron de ser artículos de lujo y se utilizan en casi todas las actividades productivas.
Impacto de la reforma: La reforma implicará una reducción en la presión tributaria nacional de 1,5 puntos del PBI al cabo del quinto año, lo que se sumará a la reducción de 2 puntos del PBI que tuvo lugar desde 2016 y a la baja del impuesto inflacionario a partir de este año. Gracias a la reforma bajará la evasión y crecerá más rápido la economía (en 0,5% del PIB adicional por año durante al menos 5 años): con estos impactos la reforma le costará al Tesoro Nacional solamente 0,3% del PBI a la vez que aumentará los recursos coparticipados a las provincias.
EL tema del proceso de readecuación local interna que deben concretar las provincias para acompañar esto.